La Internacional

jueves, 1 de marzo de 2012

Acto de entrega de carnets de la agrupación "Andrés Rodríguez" de Málaga (PCA).


             En conmemoración a José Díaz y a Pasionaria 
          El  17 de marzo se cumplirán 80 años de la celebración del IV Congreso del PCE en el que se eligieron para la dirección a José Díaz y a Pasionaria. Dicho congreso supuso un giro en la historia del Partido, abandonándose el sectarismo de la etapa anterior para convertirse en un partido de masas.
JOSÉ DÍAZ, era panadero desde los 11 años, muy joven ingresó en el sindicato anarquista de la CNT, en la que dirigió las huelgas del pan de 1917 y 1920. Durante la Dictadura de Primo de Rivera continuó la labor sindical en la clandestinidad por lo que fue detenido en 1925. A su salida de la cárcel en 1927 se afilió al Partido Comunista junto con gran parte de los dirigentes del anarquismo sevillano. Pronto se convirtió en un cuadro muy respetado por toda la militancia, que en 1932, durante el IV Congreso lo eligió Secretario General. Con él tuvo el Partido un espectacular avance en militancia e influencia. Sin embargo le tocó vivir momentos muy dramáticos de la Historia de España y de Europa, los de la Guerra Civil y la II Guerra Mundial.
En plena Guerra Civil se le declaró un cáncer de estómago y en diciembre de 1938 se trasladó a la URSS para ser operado en Leningrado. Pero su salud no dejó de deteriorarse, lo que le produjo grandes sufrimientos, por los dolores de tan penosa enfermedad pero también al verse imposibilitado de participar en la lucha crucial que se desarrollaba primero en la guerra de España y posteriormente en la II Guerra Mundial. Murió en un hospital de Tiflis, capital de la República soviética de Georgia en 1942 cuando aún no había cumplido 46 años. Pese al tiempo transcurrido desde su muerte y haber sido Secretario General tan sólo diez años, José Díaz sigue siendo para los comunistas un dirigente inolvidable.
DOLORES IBÁRRURI, PASIONARIA nació en el pueblo de Gallarta, enclavado en plena cuenca minera vizcaína en el seno de una familia de ideología católica y carlista, creencias que ella misma compartía hasta el punto de que estuvo a punto de ingresar en un convento. Estuvo casada durante 15 años con un minero socialista con el que compartió luchas obreras como la huelga general de 1917, así como las ideas marxistas que fue adquiriendo gracias a sus lecturas. Tuvo seis hijos, de los que, como era habitual en las condiciones de miseria en la que vivían los trabajadores, sólo le sobrevivieron dos. Ingresó en 1919 en la agrupación socialista de Somorrostro, participando en 1920 en la fundación del primer partido comunista de España, el Partido Comunista Español, partido que al año siguiente se fusionaría con el Partido comunista Obrero Español en el Partido Comunista de España. En 1930 fue elegida miembro del Comité Central y en 1931 se trasladó a Madrid para trabajar en la redacción del periódico Mundo Obrero, fundado por el Partido el año anterior. Fue encarcelada varias veces por sus fuertes y  punzantes discursos y su activa participación en manifestaciones comunistas. En las elecciones generales de febrero de 1936, las del Frente Popular, fue elegida para el Congreso de Diputados, donde destacó por su oratoria. En la guerra se hizo popular su frase “¡No pasarán!” así como su presencia en los frentes o en la construcción de trincheras para defender Madrid.
Durante los larguísimos años de la dictadura franquista su voz, el inolvidable timbre vibrante de su voz, llegaba a través de las ondas de la emisora clandestina Radio Pirenaica hasta los últimos rincones de la España sojuzgada. Era la voz de la esperanza que recordaba a los trabajadores que el Partido Comunista de España, pese a la dureza de los tiempos vividos en España y en Europa, nunca había arriado su bandera de lucha y esperanza y nunca la arriaría. Pasionaria llegó a convertirse en una figura mítica admirada no sólo en España, sino en todo el mundo, cantada por los poetas, principalmente por la ingente nómina de poetas comunistas españoles, un capítulo importante dentro de la Historia de la Literatura española. Los poemas dedicados a ella han sido muchos. Alguien la describió diciendo:

Se abrió la puerta. Entraste. Nos alzamos
de nuestras sillas. Fuiste estrechando manos,
sonreías.
                        Y entonces estalló la primavera.
…   …   …   …   …   …   …   …   …   …   …   …   …   …   …   …   …  

Y nuestro inolvidable Rafael Alberti le escribió “Una pasionaria para Dolores”

¿Quién no la mira? Es la entraña
del pueblo cántabro y minera.
Tan hermosa como si uniera
tierra y cielo en toda España.

¿Quién no la escucha? De los llanos
sube su voz hasta las cumbres,
y son los hombres más hermanos
y más altas las muchedumbres.

¿Quién no la sigue? Nunca al viento
dio una bandera más pasión
ni ardió más grande un corazón
al par de un mismo pensamiento.

¿Quién no la quiere? No es la hermana,
la novia ni la compañera.
Es algo más: la clase obrera,
madre del sol de la mañana.

Hoy, en nuestra renovación del compromiso con el Partido Comunista de España  vamos a recibir el carnet con las imágenes de Pepe Díaz y Pasionaria, difícilmente podría llevar otras que representaran con mayor propiedad el honor que representa el compromiso con el Partido. Salud y enhorabuena a todos.